No hay secretos para llegar a ser alguien en el mundo de la música.
No existen fórmulas mágicas, ni pactos con el diablo. Sólo es necesario contar con una cosa: talento.
Yolanda Portillo, sabe perfectamente que un artista nace y se hace.
Y por eso siempre ha estado inmiscuida, de un modo u otro, en el arte de la música, entregada en cuerpo y alma a su trabajo y a su pasión.
La cantante y compositora de Herencia (Ciudad Real) ha macerado su garganta desde su misma infancia, influenciada seguramente por su padre, un músico que le enseñó solfeo de muy pequeña y le inculcó un amor incondicional por el arte de cantar.