Fueron tres días increíbles. Un equipo fantástico, todos ayudando y poniendo emoción en todo el proceso. El día de la guerrera casi morimos congelados. Siempre tendré un recuerdo precioso y especial de aquella grabación. Hacía años que no componía ni cantaba nada, ya que estaba muy sumergida en el doblaje y eso me recordó que tenía que volver a ponerme manos a la obra.